Valiente, honesto y comprometido con Abrera.

El viernes se celebró en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Abrera el acto oficial de la nominación de Manuel López Lozano como “Fill predilecte de la Vila d’Abrera”. El acto contó con la presencia de Manuel Bustos presidente de la Federació Catalana de Municipis y Salvador Esteve presidente de l’Associació Catalana de Municipis de los que recibió la vara conmemorativa de la constitución d’Ajuntaments Democràtics. Maria Soler, alcaldesa de Abrera entrego también a Manuel López el obsequio que le distingue como el primer y único fill predilecte de la Villa d’Abrera. En el acto intervino Felix Chico exalcalde de Abrera para recordarnos la ejemplar e intachable trayectoria de Manuel López.

Manuel López ganó las elecciones en febrero de 1974 al candidato nombrado a dedo (oficial) y tomó posesión del cargo de concejal del ayuntamiento de Abrera propuesto por el entonces llamado tercio familiar, haciendo una conveniente y continuada oposición interna, presentó denuncias ante el Gobierno Civil de las irregularidades urbanísticas que se producían y que terminaron en mayo de 1975 con la destitución del Alcalde, del técnico municipal que informaba las licencias de obras (ilegales) y del secretario municipal que consentía los desmanes urbanísticos. El gobernador civil (Martin Villa) puso a un nuevo Alcalde y sometió al Ayuntamiento a tutela urbanística. Se acabaron las ilegalidades y el entonces concejal de urbanismo dimitió, ya no había tela que cortar. Manuel López, afiliado al PSUC desde 1976 se presento como cabeza de lista a las primeras elecciones democráticas de 1979 por la “entesa Municipal d’Abrera” y fue elegido alcalde. El 30 de julio de 1979 queda parapléjico, a causa de las heridas producidas por el disparo de bala de un guardia civil cuando intentaba mediar entre los trabajadores de la empresa K-Mobel, situada en el Polígono Industrial de Can Sucarrats, un acto desproporcionado y absolutamente innecesario. Desde 1983 y hasta 2003 se presentó por la candidatura del PSC y fue regidor de Urbanismo del ayuntamiento hasta el año 2005, cuando dimitió para facilitar la entrada en el ayuntamiento de la nueva regidora de Urbanismo Maria Soler, actual alcaldesa.

Una jornada de justicia histórica. Un merecidísimo reconocimiento para un hombre valiente, honesto y absolutamente comprometido con Abrera, las decisiones tomadas en su vida han sido guiadas siempre por los valores de libertad, justicia e igualdad que distinguen a las personas integras como él, un ejemplo para todos.