Los presuntos corruptos y corruptores Luis García, Bartomeu Muñoz, Macià Alavedra y Lluís Prenafeta intentaron sacar tajada gracias a sus contactos e influenciar sobre las decisiones de diferentes consellers en su favor.
Frustradas sus intenciones depositaron todas sus esperanzas en la eventual llegada de Artur Mas a la presidencia de la Generalitat, (la democracia nos libre de esta hipótesis) el sumario no ofrece dudas, forman parte de una red de corrupción dispuesta a doblegar voluntades, el Estado de Derecho ha funcionado, no obstante, la democracia debe reforzar sus controles y actuar siempre con claridad, eliminando sombras como las que existen en el “caso Millet” por ejemplo.