Lo comentaba Ernest Maragall en la jornada de preparación de la VI Conferencia Nacional celebrada en Cornellá.
Los partidos políticos deben actualizar sus políticas sociales para adecuarla a los tiempos que vivimos, la vivienda es un derecho de ciudadanía y su acceso debe ser equitativo. La VI Conferencia Nacional tratará de dar respuesta a este reto social, identificando el origen del problema y analizando que se está haciendo desde las diferentes administraciones.
Es imperativo tomar decisiones al respecto. Hasta la fecha no se ha hecho todo lo que se tenía que hacer. La especulación inmobiliaria ha provocado los elevados precios de la vivienda que actualmente bloquean la emancipación de nuestros jóvenes y por tanto, dificultan la necesaria maduración de la personalidad a través de la experiencia propia.
Sabemos que el precio del suelo determina el precio final de la vivienda, por lo tanto el suelo público no debería perder nunca su titularidad y el impuesto sobre bienes inmuebles (IBI) debería aplicarse en función de si la vivienda está ocupada o no, hoy es absolutamente injusto tener viviendas desocupadas por un lado y por otro familias que no pueden acceder a una vivienda digna. Igual opino con respecto a los solares, un núcleo urbano como Abrera no puede tener por más tiempo solares sin construir existiendo la necesidad social de viviendas que tenemos.
Los partidos políticos deben actualizar sus políticas sociales para adecuarla a los tiempos que vivimos, la vivienda es un derecho de ciudadanía y su acceso debe ser equitativo. La VI Conferencia Nacional tratará de dar respuesta a este reto social, identificando el origen del problema y analizando que se está haciendo desde las diferentes administraciones.
Es imperativo tomar decisiones al respecto. Hasta la fecha no se ha hecho todo lo que se tenía que hacer. La especulación inmobiliaria ha provocado los elevados precios de la vivienda que actualmente bloquean la emancipación de nuestros jóvenes y por tanto, dificultan la necesaria maduración de la personalidad a través de la experiencia propia.
Sabemos que el precio del suelo determina el precio final de la vivienda, por lo tanto el suelo público no debería perder nunca su titularidad y el impuesto sobre bienes inmuebles (IBI) debería aplicarse en función de si la vivienda está ocupada o no, hoy es absolutamente injusto tener viviendas desocupadas por un lado y por otro familias que no pueden acceder a una vivienda digna. Igual opino con respecto a los solares, un núcleo urbano como Abrera no puede tener por más tiempo solares sin construir existiendo la necesidad social de viviendas que tenemos.
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